Los partidos políticos
triunfan o son destruidos por sus conductores.
Cuando un partido político se viene abajo,
no es el partido
político quien tiene la culpa,
sino el conductor.
Juan Domingo Perón.
Durante este mes hemos sido testigos de los diversos
cambios sufridos en las dirigencias nacionales de los partidos políticos, estas
pueden entenderse o analizarse desde diferentes ópticas. Muchos analistas ya han
vertido sus opiniones en diferentes medios de comunicación sin embargo el día
de ayer martes 18 de agosto, al revisar las redes sociales me encontré con una
charla muy interesante donde el Maestro Roy
Campos, señalaba y lo cito “ Nuevos Dirigentes su reto es recuperar la
confianza ( no ganar elecciones)”.
Este comentario despertó la inquietud de realizar un
análisis no de carácter político, ya que nos es propio de la especialidad que
ostento, sin embargo vale la pena reflexionar acerca del fin, creación y
motivos de la existencia de los partidos políticos a la luz de la legislación
constitucional y electoral vigente en nuestro país.
Para definir a un partido político tendremos que
atender a varios conceptos entre los que destacan los siguientes:
1) Stefano Bartolini: los partidos políticos son “un grupo
de individuos que participan en elecciones competitivas con el fin de hacer
acceder a sus candidatos a los cargos públicos representativos” (1996, 217).
2) Giovanni Sartori: los partidos políticos son
“cualquier grupo político identificado que se presenta a las elecciones y que
puede colocar mediante elecciones a sus candidatos a cargos públicos” (2005,
101).
3) Ramón Cotarelo: un partido político es “toda
asociación voluntaria perdurable en el tiempo dotada de un programa de gobierno
de la sociedad en su conjunto, que canaliza determinados intereses y que aspira
a ejercer el poder político o a participar en él mediante su presentación
reiterada a los procesos electorales”. (1985, 14).
Luego
entonces, podríamos decir; que partiendo de estas premisas los Partidos Políticos son agrupaciones de
ciudadanos cuya finalidad es la participación democrática para el acceso al
poder , esto contrapondría de alguna manera la idea que sostuvo el maestro
Campos en su comentario, siempre y cuando lo observáramos de una manera
simplista o conceptualista, sin embargo, es necesario recurrir a la definición
que se encuentra plasmada en el artículo 41.1 segundo
párrafo de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, la cual a la letra reza : “
“Los partidos políticos son entidades de interés público; la ley
determinará las normas y requisitos para su registro legal, las formas
específicas de su intervención en el proceso electoral y los derechos,
obligaciones y prerrogativas que les corresponden.
Párrafo reformado DOF 10-02-2014
Los partidos políticos tienen como fin promover la participación del
pueblo en la vida democrática, contribuir a la integración de los órganos
de representación política y como organizaciones de ciudadanos, hacer posible
el acceso de éstos al ejercicio del poder público, de acuerdo con los
programas, principios e ideas que postulan y mediante el sufragio universal,
libre, secreto y directo, así como las reglas para garantizar la paridad entre
los géneros, en candidaturas a legisladores federales y locales. Sólo los
ciudadanos podrán formar partidos políticos y afiliarse libre e individualmente
a ellos; por tanto, quedan prohibidas la intervención de organizaciones
gremiales o con objeto social diferente en la creación de partidos y cualquier
forma de afiliación corporativa.”
Esto en relación también al
artículo 3.1 de La ley general de Partidos político el cual a su vez establece:
“Artículo 3.
1. Los partidos
políticos son entidades de interés público con personalidad jurídica y patrimonio
propios, con registro legal ante el Instituto Nacional Electoral o ante
los Organismos Públicos Locales, y tienen como fin promover la
participación del pueblo en la vida democrática, contribuir a la integración de
los órganos de representación política y, como organizaciones de
ciudadanos, hacer posible el acceso de éstos al ejercicio del poder
público.”
Como podemos observar por significado legal podemos
desprender que efectivamente esto, son entidades de interés públicos,
conformados por ciudadanos, pero tienen dos fines específicos uno de ellos es
el acceso de los ciudadanos, (entendidos
estos como aquellos que militan o simpatizan con la ideología) al acceso del ejercicio del
público.
Hasta aquí todo pareciera indicar que el comentario
de referencia y el cual da origen al
presente ensayo, no sería congruente ya que el fin de los partidos políticos es
el acceso a los cargos públicos es decir en palabras llanas ganar elecciones;
sin embargo esta premisa, el legislador mexicano la deja en segundo lugar ya que el primer fin de estos es “promover la participación del pueblo en la
vida democrática”, es precisamente
en este punto donde sostengo que la observación hecha por el maestro Campos
cobra vigencia, ¿cómo podríamos entender la participación del pueblo en la vida
democrática del país si no existe entre la ciudadanía una plena confianza en
aquellos que durante casi un siglo detentaron el ejerció del monopolio de las
candidaturas?, ¿ porque, una de las grandes reformas del 2014 tuvo que ver con
el acceso de las candidaturas de los
ciudadanos sin filiación a partido político alguno ?, ¿ porque desde hace
algunos años atrás los partidos políticos empezaron a fomentar la participación
de candidatos externos o ciudadanos?.
Creo que la respuesta a estas preguntas se basa
fundamentalmente en la inobservancia del postulado constitucional que tiene que
ver con uno de sus fines primordiales y que radica propiciar la participación del pueblo en la vida democrática. En los últimos
procesos electorales hemos sido testigos de una guerra de denostaciones que tienden a
debilitar la vida institucional de los propios partidos, flaco favor se hacen,
en plenas compañas electorales, los ciudadanos en lugar de encontrar razones
para votar encontremos razones para no hacerlo por uno u otro, generando la
desconfianza no solo de los partidos sino también propiamente los candidatos.
Bajo la premisa anterior coincido con el hecho de
que las nuevas dirigencias nacionales a demás de plantear un estrategias
electorales en cada uno de los 12 estados donde se realizaran procesos
electorales este año, deben platearse un gran programa nacional que les permita
recobrar la confianza ciudadana en base su idearios y la congruencia de su actuar, no olvidando
que como sucede en democracias más avanzadas a la llegada del candidato a
ocupar el cargo es el propio partido que lo impulso quien deba exigir el
cumplimento de los programas de acción y
el ejercicio transparente de su cargo.
Como siempre sus opiniones y comentarios se agradecen de antemano