miércoles, 22 de septiembre de 2010

VIGENCIA DEL DERECHO PENAL ELECTORAL Y LOS DELITOS ELECTORALES EN MEXICO EN EL SIGLO XXI

Como lo hemos venido sosteniendo en diversos artículos, el Derecho electoral  en México a sufrido diversos cambios, modificaciones y/o actualizaciones todos ellos frente a una realidad de carácter político- social que sin duda alguna se deben a factores mas que orden rigurosamente legalista o Constitucional  a condiciones políticas que se  han presentado en el País y en los Estados; es por ello que al realizar los análisis correspondientes nos encontramos frente a una madeja de teorías que sin duda responden a un momento especifico en cada entidad pero no a una normativa real con respecto al Derecho Parlamentario y mucho menos al Constitucional.

Para poder retomar responsablemente esta idea  es fundamental hacerse las preguntas obligadas:

1.- Para que un Derecho Penal Electoral
2.- Que es lo que Tutela
3.- Quienes son las Autoridades idóneas para sancionar los delitos electorales.

Partiendo de estas premisas creo que podríamos lograr un consenso real entre los que nos dedicamos a la tarea de la Procuración de Justicia electoral y participar así de un modo mas preciso en la tarea de delimitar las acciones u omisiones que deben contemplar los Códigos Penales para hacer frente a un realidad cada vez presente en el sentir del ejercicio jurídico en nuestro país.

Bien para pretender dar respuesta a las interrogante realizare una breve síntesis de otros temas que me he permitido publicar y tratare de hacerlos coherentes  en este ejercicio de sinopsis para que lograr esclarecer esta pretensa idea.


1.- ¿Para que un derecho penal electoral?

A lo largo de nuestra historia los legisladores se han dado ala tarea de encontrar mecanismos de control que permitan que los ciudadanos además de tener garantías de participación y opinión  con respecto de quien los gobernará en sus diversos niveles, tengan a su vez la certeza de que su decisión no será violentada, para ello se han construido diversos modelos que van desde el derecho administrativo así como modernamente el derecho procesal electoral; sin embargo a través de los años queda claro que cuando no existen acciones coactivas estos derechos se ven vulnerados ya que sin una sanción al incumpliendo de lo previsto por supuesto que no habrá una respuesta favorable lo que traduciría estos elementos  en solo buenas intenciones, que al final del día, no responderían a la necesidad de la sociedad.
Si el hombre ha de vivir en sociedad para su conservación y desarrollo, es claro que en esa sociedad, ha de tener posibilidad de hacer todo aquello que sea medio adecuado para satisfacer sus propias necesidades, hallándose obligado a respetar el ejercicio de iguales facultades en los demás y a contribuir con su esfuerzo para la satisfacción de las exigencias colectivas, constituyéndose así el orden jurídico por el conjunto de normas que regulan y hacen posible y benéfica la vida en común.

Así y de acuerdo a lo estimado por Ignacio Villalobos, en su obra "Derecho Penal Mexicano", define al Derecho Penal como "aquella rama del Derecho Público Interno, cuyas disposiciones tienden a mantener el orden político-social de una comunidad, combatiendo por medio de penas y otras medidas adecuadas aquellas conductas que le dañan o ponen en peligro.

El Derecho Penal, es un complejo de normas de Derecho Positivo destinadas a la definición de los delitos y fijación de las sanciones. Partiendo del hecho de que toda la acción coactiva del derecho emana de la facultad que para ello le otorga la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y es allí mismo donde se deposita la facultad de la autoridad para gubernamental para la investigación y persecución de los delitos, sustentados en las garantías que la propia carta magna le otorga al ciudadano, también es donde se ubica la determinación que ha tomado el pueblo mexicano para definir el régimen mediante el cual se asocia, para el ejercicio del Poder Publico, es precisamente en esta aseveración donde encontramos un vinculo definitivo entre la política  y el derecho; considerando que el propio articulo 40 de la Constitución Política de los Estados Unidos mexicanos donde manifiesta “Es voluntad del  pueblo mexicano Constituirse en una Republica  Representativa Democrática y Federal”  con este concepto la vinculación se da por hecha y le da forma en el apartado tercero del articulo 41 con la calidad de garantía constitucional cuando refiere  en su ultimo párrafo refiriéndose a la organización y vigilancia de la elecciones  las cuales deben cumplir el requisito constitucional de ser democráticas “ En el ejercicio de esa función estatal, la certeza, independencia, imparcialidad legalidad, y objetividad serán principios rectores” ahora bien es importante señalar que partiendo de este hecho existen acciones u omisiones que cometen las autoridades electorales, los servidores públicos, los partidos políticos o los propios particulares que por su naturaleza afectan de forma definitiva el proceso democrático al cual deben ajustarse las elecciones y por tanto y sujetándonos a algunos conceptos de delito que rezan:
La palabra "delito", deriva del supino delictum del verbo delinquere, a su vez compuesto de linquere, dejar y el prefijo de, en la connotación peyorativa, se toma como linquere viam o rectam viam: dejar o abandonar el buen camino".

Partiendo de lo anterior es fundamental señalar que delito electoral, lo definimos como “La acción u omisión dolosa que tiene por objeto violentar el estado de derecho del ejercicio de la democracia, que sean previstos por la ley sustantiva”.

Es importante señalar que a pesar de que como se comento al principio pareciera ser que el derecho penal electoral o mejor dicho los delitos electorales son una ocurrencia de moda es imprescindible señalar que históricamente en nuestra legislación se aprecian cinco periodos en la regulación de los delitos electorales, siendo estos los siguientes:

1.- El primer periodo abarca desde la promulgación de la Constitución de Apatzingan de 1814 hasta 1871 con la promulgación del Código Penal de Martínez de Castro. Durante este periodo las disposiciones en materia electoral regularon, tanto las faltas administrativas como los delitos electorales.

2.- El Segundo periodo comprende desde la promulgación de Código de Martínez de Castro  de 1871 hasta la promulgación de la Constitución de 1917 y se singularizo porque en las leyes electorales se mantuvieron  las faltas administrativas, en tanto en el Código Penal, contenía un capitulo especial para delitos electorales.

3.- El tercer periodo se proyecta desde la promulgación de la Constitución de 1917 y de la Ley para la Elección de Poderes Federales el 2 de julio de 1918, hasta la entrada en vigor del Código de Almaraz el 15 de diciembre de 1929, periodo durante el cual coexistieron y tuvieron plena vigencia el Capítulo de Delitos Electorales del Código Penal de 1871 y el Catalogo de Delitos Electorales contenido en el Capitulo XI del ordenamiento legal electoral invocado.

5.- El quinto periodo se inauguró con la publicación del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales y la reforma al Código Penal Federal de agosto de 1990, y se caracteriza porque vuelve a desvincular las faltas administrativas de los delitos electorales, para regular las primeras en la Legislación Electoral y los segundos en el Código Penal.


Tomando en cuenta lo anterior y de una manera simple es necesario establecer que el “Derecho Penal Electoral” es el área especializada del Derecho Punitivo que se encarga del estudio y persecución de las acciones u omisiones que se realizan con el objeto de vulnerar el libre ejercicio del voto del ciudadano y afectar de manera directa o indirecta cualquiera de los principios rectores que rigen Constitucionalmente  los procesos de renovación de los Poderes sean locales o federales.


2.- ¿Que es lo que tutela?
Los delitos electorales son conductas contrarias a la norma jurídica, en contraposición a lo que muchos sostienen; el que suscribe, observa a los delitos electorales como acciones u omisiones  que realizan los sujetos activos previstos en el ordenamiento sustantivo penal en cualquier tiempo; es decir, sostengo que los delitos electorales (no en su generalidad) son atemporales; no es necesario que se esté desarrollando un proceso electoral para que alguien cometa un delito de éste tipo; para ejemplificar este efecto, utilizaré el tipo previsto en el articulo Artículo 356 fracción VII del Código Penal para el Estado de Hidalgo, que a la letra reza:

Artículo 356.- Se impondrá prisión de uno a siete años y multa de cien a trescientos días de salario mínimo general vigente en el estado, y destitución del cargo, empleo o comisión que desempeñe e inhabilitación para obtener algún cargo público hasta por cinco años, al servidor público que:

n      Destine fondos, bienes o servicios que tenga a su disposición con motivo de su cargo tales como: vehículos, inmuebles, equipos y servicios, al apoyo de un partido político, candidato o coalición, sin perjuicio de las penas que puedan corresponder por otros delitos, o proporcione ese apoyo con sus subordinados, usando el tiempo correspondiente a las labores de éstos para que los presten al servicio de un partido político, candidato o coalición;

Como podemos observar en la descripción legal del tipo, en ningún momento se refiere a una temporalidad especifica sino que, en cualquier tiempo el servidor publico que destine fondo bienes o servicios o lo haga a través de sus subordinados para beneficiar a los Partidos Políticos, que son entidades de interés publico permanente, comete un ilícito; en este sentido me fundo para sostener que el bien jurídico tutelado tiene que ser un aspecto mas profundo que, solo proteger, “en materia penal electoral”, el desarrollo del buen proceso comicial o el ejercicio de votar y ser votado  o que solamente se presenta en relación a los aspectos propios de la organización y desarrollo y ejecución de las elecciones para renovar los poderes ejecutivo y  legislativo en los niveles federal y locales y de los ayuntamientos.

Así mismo, lo tipos descritos en la ley sustantiva penal, tienden a castigar a quien haya puesto en peligro la transparencia del periodo electoral, y así evitar la comisión de actos que pongan en duda los resultados del propio proceso, con lo que se permitirá el imperio de la democracia por medio del sufragio; cuyo objetivo primordial es proteger las garantías constitucionales en materia electoral, bajo la consideración anterior es importante precisar que en tratándose de materia electoral debemos observar que se pretende vigilar y cuidar los principios rectores que debe observar cualquier proceso electoral dentro de la republica Mexicana y por ende en el Estado y que a saber son:

Certeza.- La certeza jurídica implica el conocimiento que nos proporciona la ley para determinar nuestros derechos y saber, en consecuencia, el límite de nuestra posibilidad de actuar jurídicamente, esto, con independencia de los órganos coactivos del estado para hacer respetar nuestro derecho.

Legalidad.- Cabe enfatizar que el principio de legalidad es la piedra angular sobre la cual se levanta toda su estructura electoral; su observancia estricta es de importancia fundamental en todo estado de derecho, ya que constituye la adecuación de toda conducta, tanto de gobernantes como gobernados a los ordenamientos jurídicos vigentes.

Independencia.- el principio de independencia tiene una sólida base constitucional como principio rector en materia electoral, y si bien es cierto que se hace mención de él en varias ocasiones, también lo es que viene a fortalecer la credibilidad de los órganos electorales tanto administrativos como jurisdiccionales.

Imparcialidad.- La palabra imparcialidad implica la falta de designio anticipado o de prevención a favor o en contra de personas o cosas, es decir poder juzgar o proceder con rectitud.

Objetividad.- La objetividad resulta ser una cualidad de objetivo, el cual implica lo perteneciente o relativo al objeto en si, y no al modo de pensar o de sentir, con independencia del sujeto, guiado por la razón y no por impulsos afectivos.

Equidad.- Aristóteles distingue entre equidad y justicia, al manifestar: “Lo equitativo y lo justo son una misma cosa; y siendo buenos ambos, la única diferencia que hay entre ellos es que lo equitativo es mejor aun. La dificultad esta en que lo equitativo siendo justo, no es lo justo legal, sino una dichosa rectificación de la justicia rigurosamente legal”, * Es decir, Aristóteles equipara a la equidad con una justicia absoluta y no legal.

Profesionalismo.- "Servicio Profesional Electoral".

n      La idea central de esta nueva filosofía política, parte de las siguientes premisas;
n      Erradicar la improvisación.
n      Fomentar la credibilidad ciudadana en las instituciones y en los procesos electorales.
n      Alcanzar altos niveles de eficiencia en la prestación del servicio electoral.


Las Características Del Voto (Universal, Libre, Secreto Y Directo).-La Constitución plantea al voto como el mecanismo para acceder al poder publico en México con características especificas y que esta destinado a lograr la participación del ciudadano mexicano en una aspecto democrático y transparente que permitan que en ese ejercicio se la ciudadanía quien ese exprese a través del sufragio.

Y que en consecuencia, éstos no  sean violentados por personas, las cuales:

n       Quieran impedir que la democracia se vea reflejada durante el proceso electoral mediante una conducta contraria a la ley.



¿QUE CUIDAMOS CON LA ADICIÓN DE LOS DELITOS ELECTORALES EN EL CÓDIGO PENAL?

Existen numerosos delitos en los que no es posible demostrar la lesión de un derecho subjetivo; se ha identificado al bien jurídico con la idea de interés que en un sentido más amplio importa la idea de utilidad.

Luego entonces, tratándose de delitos en materia electoral, lo que se pretende es tutelar al estado democrático, considerándolo como un sistema de vida fundado en el constante y perpetuo mejoramiento cultural y social.

El bien jurídico tutelado en todos los tipos penales descritos en el Título Vigésimo del Código Penal del Estado de Hidalgo, denominado “De los Delitos en Materia Electoral”, son los principios rectores de la función electoral, en donde se pretende impedir la lesión o puesta en peligro de éstos y de su eficacia, evitando con ello el descrédito de las instituciones encargadas de la renovación del poder público.

Sin embargo para avanzar en el sentido de apreciación  y por supuesto de la prevención, persecución y sanción de los delitos electorales se hace imprescindible una adecuación ala normatividad penal bajo la técnica de: Agrupar los delitos electorales mediante el bien o garantía constitucional que tutelan para que en una base lógica la calidad de sujeto activo se constituya en agravante, por que como se encuentran agrupados actualmente, no se define con precisión si lo que se pretende es castigar la acción u omisión o solamente  se castiga la calidad de sujeto activo dentro del Código Penal tanto en el orden Local como en el orden Federal

3.- ¿Quienes son las autoridades idóneas para sancionar los delitos electorales?

Este tema pudiera ser particularmente espinoso ya que en la actualidad en materia Federal son los Juzgados de distrito y en lo local los jueces penales quienes se encargan de conocer de los juicios que en materia penal electoral se presenten, atendiendo al principio de que tratándose de juicios penales no se establecerán jurados especiales, sin embargo cabe la pena mencionar que el análisis del Derecho Electoral como rama especializada del Derecho Positivo Mexicano, se tiene que observar de forma conjunta dividiendo este en forma conjunta y no por separado, así las cosas es importante señalar que en la experiencia de las Fiscalias y Subprocuradurias Especializadas en la materia en todo el país, frecuentemente nos encontramos con la problemática de convencer a los juzgadores para que observen que el bien jurídico tutelado es aquel que tiene que ver con las principios rectores que las Constituciones Federal y Locales observan para el lograr el principio del desarrollo de una vida democrática tal y como lo reza la carta magna, por ello es en demasía complicado que dentro la determinación de la averiguación previa logremos que el juzgador este convencido del bien jurídico que se vulnera; para ser mas prácticos pondremos como ejemplo lo siguiente:

Para el Código Penal del Estado de Hidalgo la destrucción  o inhabilitación de propaganda electoral es uno de los tipos penales previstos en el articulo 352 fracción XXII y desde este punto de vista el hecho de esta destrucción afecta directamente a los principios de equidad y legalidad electora, ya que a hacerlo deja a los partidos políticos, candidatos o colaciones en desventaja para la contienda electoral  y vulnera un aspecto de competencia previsto por la propia ley electoral que permite y otorga un financiamiento especifico para este fin, por lo que a su vez afecta el principio de legalidad; siendo así la interpretación que las autoridades especializadas damos a este evento y que de ser repetido pudiera afectar de manera definitiva los resultados de la contienda, al ponerlo a disposición del juez en materia penal lo mas sencillo resulta que la interpretación jurídica que  este le pudiera dar se  refiere al delito de daño en propiedad, lo que al momento del estudio por supuesto que atenta de forma definitiva con el espíritu de legislador al prever estos delitos de orden especializado. Este es uno de mucho ejemplos que a lo largo de 6 años de estancia en la Subprocuraduria de asuntos electorales del Estado de Hidalgo hemos visto, amen de compartir experiencias con anteriores Fiscales Federales y con Fiscales Y Subprocuradores de las entidades federativas que cuentan con esta área especializada.

Esto consideramos que se pudiera solucionar bajo el concepto de que dependiente de las Tribunales Electorales de la Republica que en todos los casos dependen de los Poderes Judiciales se constituyeran autoridades jurisdiccionales especializadas en la materia Penal Electoral, en  el caso de Estado de Hidalgo se solventaría con una sala unitaria para conocer de los asuntos penales electorales y por supuesto tendría el propio tribunal electoral un accesos directo a las irregularidades o denuncias presentadas ante este órgano para analizar de un modo objetivo cuales de ellas tendrían incidencia directa dentro del procesos electoral ene cualquiera de sus etapas y alteraran de forma definitiva el resultado de este; logrando así una mayor efectividad en la administración de la justicia electoral.

En conclusión el presente trabajo tiene por objeto que el Derecho Penal Electoral tenga su justo espacio dentro del universo del Derecho Electoral, en primera instancia haciendo un reforma que permita solventar las deficiencias que actualmente existen en los Códigos Penales tanto Federal como Locales, para lograr que la sociedad tenga confianza en que la procuración de justicia en este ambiento se encuentra en la justa mediada de las exigencias sociales y eso solo se lograría mediante un estudio para la reagrupación de  los tipos penales por cuanto  hace al bien jurídico que tutela y que los sujetos activos del delito de acuerdo a su calidad se conviertan en solo agravantes de los mismos, por otro lado revisar con toda cautela que debe considerarse como delito y que como falta administrativa ya que existen tipos que mas bien deberían considerarse como tales y finalmente se propone la creación de áreas jurisdiccionales especializadas para que  el principio de asequibilidad de justicia sea una realidad en materia penal electoral y no solo una panacea.
  

viernes, 10 de septiembre de 2010

EL PROCESO ELECTORAL EN ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMERICA

Tratar de escribir acerca del país económicamente mas poderoso, podría parecer una irreverencia, el presente trabajo de ninguna manera pretende constituirse en un tratado, ni mucho menos una critica al “Modelo Democrático Estadounidense”.


Con este sencillo ensayo, apenas pretendo generar una reflexión o más bien una retrospectiva a la oportunidad de haber vivido  y convivido con un excepcional grupo de compañeros y por supuesto compañeras latinoamericanas, dentro de un sistema previsto por el gobierno Estadounidense directamente por el Departamento de Estado y la asociación MERIDIAN que tiene la ultima palabra de investigar los contactos en Latinoamérica para el fomento de la democracia, entre otras cosas.

Pero para entrar de una manera mas precisa al tema, es necesario establecer o dejar claro algunos conceptos que manejan particularmente los estadounidenses, en forma muy especial, como lo es el concepto de federalismo, la cultura, el equilibrio de poderes por sí mismos y es necesario iniciar el concepto de cultura. A diferencia de nuestros pueblos latino americanos, la cultura estadounidense se basa en forma clara en un concepto de un pueblo formado por inmigrantes, aquellos que salieron de su país  de origen buscando sin duda alguna, la tierra de oportunidades, la tierra que permitiera el crecimiento de sus hijos en un sistema donde su  voz contara;  por ello, se estructuraron en un sistema liberal que permitiera  la autodeterminación de sus regiones, o mas bien,  de las comunidades que formaron a partir de la inmigración de alemanes, suecos, irlandeses y sobretodo de europeos.  Lo que también estableció un prototipo o signo  de la fisonomía que deberían tener los llegados a este país en sus orígenes, tenían cosas en común como lo eran ciertas costumbres, así como en su gran mayoría el idioma y religión a diferencia del catolicismo en el  que se estableció como norma efectiva la pobreza para poder alcanzar el cielo;  los protestantes radicados en Estados Unidos manifestaban que la riqueza era un don natural del ser humano y que su objetivo era ayudar a sus congéneres, por ello,  la diferencia teológica que existe en el país del norte a contraposición con nuestros países latinoamericanos es abismal, por lo tanto, no es producto de la casualidad el hecho de que todos los norteamericanos o en su gran mayoría, tengan por objeto el hacerse de una posición económica moderada o mas, de tal suerte que con esto puedan generar influencia en su comunidad.  Sin duda alguna, habrá que reparar en que todos estos inmigrantes o fundadores de la nación norteamericana eran personas que aspiraban a un gobierno donde ellos tuvieran la oportunidad de buscar una forma de vida, donde los privilegios a la clase dominante que en  ese tiempo se remontaba a los nobles no  fueran solo a ellos, sino que todos tuvieran la oportunidad de participar en la evolución de sus pueblos y en la  toma de decisiones del gobierno que afectaran su vida cotidiana, por ello,  la decisión en un principio de establecer de las 34 colonias iniciales, una federación con características especiales; y  algunas de estas son :

·        La no centralización de los poderes en un esquema presidencialista puro.

·        La autodeterminación de las  colonias con respecto a su forma de organización económica y gobierno.

·        El sustento democrático para la participación genérica de los ciudadanos en las decisiones del gobierno que afecten o alteren su vida cotidiana.


Desde este principio, la concepción de federalismo no es la misma que tenemos, este se basa fundamentalmente en el respeto por la independencia de los estados con una contribución predestinada para el desarrollo nacional, pero que sobrepone el desarrollo regional como modelo económico, por esa misma circunstancia los estados tienen un crecimiento que si bien es cierto puede ser relativamente paralelo; así las cosas, el gobierno estadounidense basa su concepción de federalismo en la autonomía absoluta de los estados aun y cuando existe una constitución nacional, esta solo regula las elecciones de orden federal tratándose de elecciones de Presidente o Vicepresidente. Cuando los ciudadanos americanos acuden a las urnas para elegir presidente,  muchos creen que participan en una elección directa y que su voto cuenta en una elección igual a los demás votantes en todo el país, esto no es cierto. La constitución Estadounidense establece en su artículo II sección 1ª,  la existencia de los electores presidenciales, los cuales integran lo que la doctrina denomina “El Colegio Electoral”, este es un órgano intermediario entre la voluntad de los ciudadanos y la designación, finalmente, del Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica.

El colegio electoral se constituye por un grupo de electores, los cuales son nominados por los activistas políticos y los miembros de los partidos políticos, al interior de cada estado  el día de la elección se elige a los secretarios y  al presidente.  En el mes de diciembre del año de la elección los electores se reúnen en la capital de su estado y emiten los votos definitivos para la elección del presidente y vicepresidente; la formula electa requiere de 270  votos.


Cada estado tiene un número de electores de acuerdo a su población, la cantidad de electores por cada estado es igual a la suma de sus diputados y senadores, por otra parte el número total de electores que constituye el colegio, es de 538.


Los electores comprometen todos los votos correspondientes a su Estado a favor del candidato que haya obtenido la mayoría de los votos de su entidad aunque el margen sea muy cerrado y ello ha planteado la regla de que el candidato que obtenga la mayoría, aun por un voto en cada estado, obtenga el total de delegados que corresponda. Este sistema normalmente incrementa una mayoría  muy reñida para el candidato triunfador.


Los Estados de gran población suman muchos votos electorales al ganador; el sistema de elección indirecta del presidente norteamericano se opto por la convención dada en Filadelfia el 25 de mayo y el 17 de septiembre de 1787; a esta convención asistieron 55 delegados que por cierto, no fueron electos  popularmente, fueron propuestos por los estados recientemente independizados.


Después de muchos debates, entre los cuales algunos optaron por la elección directa y en resumidas cuentas con el temor de que los estados  mas poblados  pudieran definir por sus intereses al presidente, optaron  por la creación del colegio electoral conformado por electores desempleados  en cada estado y posteriormente votarían para elegir al presidente actuando los electores que son seleccionados con base a la elección popular, de modo que la elección del colegio electoral es indirecta, ya que los votos emitidos por los ciudadanos no son la fuente directa para elegirlo al cargo.


Así, el artículo II sección 1ª de la Constitución de los Estados Unidos de Norteamérica se asentó: “Que cada estado designaría de la manera que dispusiera la legislatura local, un numero de electores igual a la suma total de senadores y representantes que tuviera el Congreso, pero que no podrían ser designados electores senadores, representantes no titulares de las oficinas publicas de los Estados Unidos de Norte América”.


En este aspecto, también es importante señalar que el espíritu democrático de los Estados Unidos no se ve colapsado por este sistema indirecto que únicamente afecta a la elección Presidencial, sino que va mas allá, como lo hemos comentado al principio es importante recalcar que en el sistema federalista de Norteamérica a la autodeterminación de los estados, es fundamental, por ello, la elección tanto de Senadores como  de  congresistas esta relacionada directamente con el voto del ciudadano, el cual se define mediante una lista electoral que realizan hasta un año antes de la elección, vinculado con mecanismos de identificación como puede ser la licencia de manejo o bien la cédula de identificación estatal. Así las cosas, es también oportuno señalar que no existe un mecanismo de registro electoral previo  como lo seria en caso de México: un padrón electoral actualizado y eso, “per se” desde el punto de vista de este comentarista constituye una deficiencia que a lo largo del tiempo puede constituir un problema como los que se han suscitado en los últimos procesos electorales ya que no cuentan con una base de datos de índole estatal o nacional que permita determinar con toda claridad la participación de los ciudadanos, si bien es cierto que entre su ideología la confianza de las instituciones en los ciudadanos es base fundamental, también lo es que,  el carecer de este padrón contando con medios tecnológicos, pudiera parecer mas  un descuido o bien un mecanismo para no hacer accesible al voto a todos lo ciudadanos; por otro lado, es importante señalar que además de la elección de sus autoridades locales, llámese Gobernadores, Congresistas Locales, Senadores Estatales, (independientemente y el caso concreto de California), se eligen: Representantes de Condados, de Ciudades, de Pueblos, de Demarcaciones Escolares, de Sectores Especiales, de Jueces, de Fiscales y de Reglamentaciones Estatales, sumando en promedio 521,000 procesos de elección directa en toda la unión americana, lo que produce una participación electoral muy importante pero no cuantificable realmente por la ausencia de la herramienta que es el padrón electoral; asimismo, es importante señalar que a pesar de tener una organización tan compleja  (producto de su organización política ) la geografía electoral tiene mucho que ver con aspectos culturales de segregación, lo que hace que los distritos electorales y la ubicación de las casillas no tenga accesibilidad para los electores, lo que se traduce en conjunción con el hecho de que las votaciones sean entre semana que sean realmente pocos los ciudadanos que asisten a sus urnas, ya que  en este país y de acuerdo a las normas culturales ya expresadas, la mayoría de la minoría racial  tiene que laborar dobles jornadas, lo que hace practicante imposible la participación en procesos electorales, situación que se traduce en la hegemonía de la clase media acomodada para la participación; sin embargo es un sistema que les ha dado resultado. Por otro lado, es sorprendente que no existen lineamientos generales para la utilización de mecanismos de votación, lo cierto es que en el esquema federalista que se maneja en la Unión Americana depende del potencial económico de cada estado, el mecanismo de votación, que va desde el uso de la boleta electoral de papel, hasta el uso de sofisticadas maquinas votación electrónica mediante sistemas computarizados ó aun peor maquinas de votación mecánicas que datan de 100 años y que en algunos condados todavía están en uso, por ello diversas asociaciones civiles del País están proponiendo  una reforma electoral integral  a fin encontrar mecanismos que permitan que el ciudadano recobre la confianza en las Instituciones electorales e incentivar la Participación.

Aunado a lo anterior nos encontramos frente a un sistema electoral que no cuenta con órganos Jurisdiccionales especializados para conocer de la materia en comento, esto lo hacen las cortes estatales o nacionales en su caso, basando siempre en preceptos coincitudinarios que afecten o alteren no el voto por si mismo, sino la constitución de actividades, que puedan conformar exclusivamente delitos o  bien que afecten las Constituciones locales o federales. Por ultimo y no menos importante, es el hecho  ( superado en México ) que sea el estado, a través del Secretario de Estado quien coordine y administre los procesos electorales.

En Conclusión, considero el hecho que a partir de las reformas electorales de 1990 en nuestro país estamos a la vanguardia en materia electoral, nos falta mucho camino por recorrer, es cierto sin embargo al momento en ciudadanizar  los organismos electorales, crear órganos de persecución del delito especializado y crear sistemas electorales jurisdiccionales específicos para la materia, estamos en una posición que nos da certeza administrativa y jurídica en la materia, la parte que nos falta aterrizar es lograr confianza entre la ciudadanía para acrecentar la participación en los proceso de elección y  esto solo se lograra mediante el esfuerzo conjunto y organizado de los Ciudadanos, Partidos Políticos y Gobierno en materia de culturización de las generaciones y recuperaciones de los valores cívicos que a la fecha se han ido perdiendo.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

EL BIEN JURIDICO TUTELADO EN MATERIA ELECTORAL


La teoría del bien jurídico aparece en el siglo pasado con una clara inspiración liberal y con el declarado intento de limitar la obra del legislador penal, describe el elenco de hechos merecedores de pena únicamente a los socialmente dañosos.

Existen numerosos delitos en los que no es posible demostrar la lesión de un derecho subjetivo se ha identificado al bien jurídico con la idea de interés que en un sentido más amplio importa la idea de utilidad.

El bien jurídico se denomina de formas diversas, tales como: derecho protegido, bien garantizado, interés jurídicamente tutelado, objeto jurídico, núcleo del tipo y objeto de protección.

Por otra parte no puede surgir el delito cuando por inexistencia del objeto o falta de idoneidad en la acción es imposible la lesión de un bien jurídico, el cual se presenta en las formas más diversas debido a su pretensión de garantizar los derechos de toda persona, como pueden ser entre otros, reales, jurídicos, psicológicos, físicos, etcétera.
Precisamente el gran tratadista CREUS, dice: “La ley Penal persigue el cometido de garantizar al hombre el poder proveerse de lo que exteriormente necesita para realizarse como persona.

El bien jurídico lo conceptuamos como el derecho intrínseco que la norma protege. No es otra cosa que la pretensión del legislador de darle protección a ciertos valores del ser humano, y que se convierten en intereses no sólo personales, sino sociales y del Estado (elecciones),

El bien jurídico constituye el punto de partida y la idea que preside la formación del tipo, además son bienes jurídicos aquellos intereses de la vida, de la comunidad a los que presta protección el derecho penal, por tanto, el tipo se debe entender como un valor ideal del orden social jurídicamente protegido, por tanto el bien jurídico constituye la base de la estructura e interpretación de los tipos.

Por lo que en torno a los delitos electorales, debemos partir de la base de que el delito implica la materialización y concreción del tipo, siendo importante recordar la distinción entre los elementos y características del hecho delictuoso y del tipo penal.
Podemos afirmar entonces, que si pretendemos otorgarle una denominación especial a los delitos, resulta conveniente hacerlo atendiendo al bien jurídico penal que protege, luego entonces, tratándose de delitos en materia electoral o contra la democracia electoral, lo que se pretende es tutelar al estado democrático, considerándolo como un sistema de vida fundado en el constante y perpetuo mejoramiento cultural y social.
Por lo anterior concluimos que el bien jurídico tutelado en todos los tipos penales descritos en el Título Vigésimo del Código Penal del Estado, denominado de los “Delitos en Materia Electoral”, son los principios rectores de la función electoral, en donde se pretende impedir la lesión o puesta en peligro de éstos y de su eficacia, evitando con ello el descrédito de las instituciones encargadas de la renovación del poder público (IEE, TEPJEH, ETC.).

Las circunstancias en el desarrollo de los procesos electorales han cambiado; lo que produce un desfase entre capacidad normativa para el ejercicio institucional y la realidad política y social. Por tal motivo, la Reforma Penal Electoral debe ser una prioridad en el marco de la Reforma del Estado Mexicano.

Las elecciones celebradas en los últimos años en el país, denotan que existe mayor competencia entre los Partidos Políticos; por tal motivo, la lucha cotidiana por un voto se realiza desarrollando diversas prácticas y estrategias. En esos procesos, algunos actores políticos y ciudadanos, han denunciado la utilización de ciertas prácticas que dañan o afectan los valores fundamentales del sufragio; como puede ser la manipulación del voto. Para garantizar el ejercicio libre y democrático que los tiempos actuales exigen de los procesos electorales, fue necesario realizar diversas  reformas, entre las cuales resaltan en el Estado de Hidalgo, las que se refieren a la materia penal electoral.

Aparentemente la materia penal electoral, es reciente; mas sin embargo, dentro de la historia de nuestro país, en las diversas legislaciones, se habla de la materia electoral, la cual ha sufrido reformas recientes para hacer mas garante el sufragio, el cual deriva en una verdadera vida democrática en este país.

EVOLUCIÓN DE LA REGULACIÓN JURÍDICA DE LOS DELITOS ELECTORALES.

En nuestro medio se pueden apreciar cinco periodos en la regulación de los delitos electorales, siendo estos los siguientes:

1.- El primer periodo abarca desde la promulgación de la Constitución de Apatzingan de 1814 hasta 1871 con la promulgación del Código Penal de Martínez de Castro. Durante este periodo las disposiciones en materia electoral regularon, tanto las faltas administrativas como los delitos electorales.

2.- El Segundo periodo comprende desde la promulgación de Código de Martínez de Castro  de 1871 hasta la promulgación de la Constitución de 1917 y se singularizo porque en las leyes electorales se mantuvieron  las faltas administrativas, en tanto en el Código Penal, contenía un capitulo especial para delitos electorales.

3.- El tercer periodo se proyecta desde la promulgación de la Constitución de 1917 y de la Ley para la Elección de Poderes Federales el 2 de julio de 1918, hasta la entrada en vigor del Código de Almaraz el 15 de diciembre de 1929, periodo durante el cual coexistieron y tuvieron plena vigencia el Capítulo de Delitos Electorales del Código Penal de 1871 y el Catalogo de Delitos Electorales contenido en el Capitulo XI del ordenamiento legal electoral invocado.

5.- El quinto periodo se inauguró con la publicación del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales y la reforma al Código Penal Federal de agosto de 1990, y se caracteriza porque vuelve a desvincular las faltas administrativas de los delitos electorales, para regular las primeras en la Legislación Electoral y los segundos en el Código Penal.

Tomando en consideración que, el derecho como ciencia y a fin de que no quede a la zaga de la transición de la colectividad y así pueda regular eficazmente los actos del hombre y ajustarse a la realidad social imperante, es necesario que esté en constante transformación y cambio, lo cual debe darse para que la norma jurídica pueda cumplir su cometido. Luego entonces, tenemos que definir:

QUE SON LOS DELITOS ELECTORALES:

Los delitos electorales son conductas contrarias a la norma jurídica, en contraposición a lo que muchos sostienen; el que suscribe, observa a los delitos electorales como acciones u omisiones  que realizan los sujetos activos previstos en el ordenamiento sustantivo penal en cualquier tiempo; es decir, sostengo que los delitos electorales (no en su generalidad) son atemporales; no es necesario que se esté desarrollando un proceso electoral para que alguien cometa un delito de éste tipo; para ejemplificar este efecto, utilizaré el tipo previsto en el articulo Artículo 356 fracción VII del Código Penal para el Estado, que a la letra reza:
Artículo 356.- Se impondrá prisión de uno a siete años y multa de cien a trescientos días de salario mínimo general vigente en el estado, y destitución del cargo, empleo o comisión que desempeñe e inhabilitación para obtener algún cargo público hasta por cinco años, al servidor público que:
n      Destine fondos, bienes o servicios que tenga a su disposición con motivo de su cargo tales como: vehículos, inmuebles, equipos y servicios, al apoyo de un partido político, candidato o coalición, sin perjuicio de las penas que puedan corresponder por otros delitos, o proporcione ese apoyo con sus subordinados, usando el tiempo correspondiente a las labores de éstos para que los presten al servicio de un partido político, candidato o coalición;
Como podemos observar en la descripción legal del tipo, en ningún momento se refiere a una temporalidad especifica sino que, en cualquier tiempo el servidor publico que destine fondo bienes o servicios o lo haga a través de sus subordinados para beneficiar a los Partidos Políticos, que son entidades de interés publico permanente, comete un ilícito; en este sentido me fundo para sostener que el bien jurídico tutelado tiene que ser un aspecto mas profundo que el solo proteger, -en materia penal electoral-, el desarrollo del buen proceso comicial o el ejercicio de votar y ser votado  o que solamente se presenta en relación a los aspectos propios de la organización y desarrollo y ejecución de las elecciones para renovar los poderes ejecutivo y  legislativo en los niveles federal y locales y de los ayuntamientos.
Así mismo, lo tipos descritos en la ley sustantiva penal, tienden a castigar a quien haya puesto en peligro la transparencia del periodo electoral, y así evitar la comisión de actos que pongan en duda los resultados del propio proceso, con lo que se permitirá el imperio de la democracia por medio del sufragio; cuyo objetivo primordial es proteger las garantías constitucionales en materia electoral, bajo la consideración anterior es importante precisar que en tratándose de materia electoral debemos observar que se pretende vigilar y cuidar los principios rectores que debe observar cualquier proceso electoral dentro de la republica Mexicana y por ende en el Estado y que a saber son:

Certeza.- La certeza jurídica implica el conocimiento que nos proporciona la ley para determinar nuestros derechos y saber, en consecuencia, el límite de nuestra posibilidad de actuar jurídicamente, esto, con independencia de los órganos coactivos del estado para hacer respetar nuestro derecho.

Legalidad.- Cabe enfatizar que el principio de legalidad es la piedra angular sobre la cual se levanta toda su estructura electoral; su observancia estricta es de importancia fundamental en todo estado de derecho, ya que constituye la adecuación de toda conducta, tanto de gobernantes como gobernados a los ordenamientos jurídicos vigentes.

Independencia.- el principio de independencia tiene una sólida base constitucional como principio rector en materia electoral, y si bien es cierto que se hace mención de él en varias ocasiones, también lo es que viene a fortalecer la credibilidad de los órganos electorales tanto administrativos como jurisdiccionales.
Imparcialidad.- La palabra imparcialidad implica la falta de designio anticipado o de prevención a favor o en contra de personas o cosas, es decir poder juzgar o proceder con rectitud.

Objetividad.- La objetividad resulta ser una cualidad de objetivo, el cual implica lo perteneciente o relativo al objeto en si, y no al modo de pensar o de sentir, con independencia del sujeto, guiado por la razón y no por impulsos afectivos.

Equidad.- Aristóteles distingue entre equidad y justicia, al manifestar: “Lo equitativo y lo justo son una misma cosa; y siendo buenos ambos, la única diferencia que hay entre ellos es que lo equitativo es mejor aun. La dificultad esta en que lo equitativo siendo justo, no es lo justo legal, sino una dichosa rectificación de la justicia rigurosamente legal”, * Es decir, Aristóteles equipara a la equidad con una justicia absoluta y no legal.

Profesionalismo.- "Servicio Profesional Electoral".

n      La idea central de esta nueva filosofía política, parte de las siguientes premisas;
n      Erradicar la improvisación.
n      Fomentar la credibilidad ciudadana en las instituciones y en los procesos electorales.
n      Alcanzar altos niveles de eficiencia en la prestación del servicio electoral.


Las Características Del Voto (Universal, Libre, Secreto Y Directo).-La Constitución plantea al voto como el mecanismo para acceder al poder publico en mexico con características especificas y que esta destinado a lograr la participación del ciudadano mexicano en una aspecto democrático y transparente que permitan que en ese ejercicio se la ciudadanía quien ese exprese a través del sufragio.


Y que en consecuencia, éstos no  sean violentados por personas, las cuales:

n       Quieran impedir que la democracia se vea reflejada durante el proceso electoral mediante una conducta contraria a la ley.



¿QUE CUIDAMOS CON LA ADICIÓN DE LOS DELITOS ELECTORALES EN EL CÓDIGO PENAL?

Existen numerosos delitos en los que no es posible demostrar la lesión de un derecho subjetivo; se ha identificado al bien jurídico con la idea de interés que en un sentido más amplio importa la idea de utilidad.

Luego entonces, tratándose de delitos en materia electoral, lo que se pretende es tutelar al estado democrático, considerándolo como un sistema de vida fundado en el constante y perpetuo mejoramiento cultural y social.

El bien jurídico tutelado en todos los tipos penales descritos en el Título Vigésimo del Código Penal del Estado, denominado “De los Delitos en Materia Electoral”, son los principios rectores de la función electoral, en donde se pretende impedir la lesión o puesta en peligro de éstos y de su eficacia, evitando con ello el descrédito de las instituciones encargadas de la renovación del poder público.

Sin embargo para avanzar  en el sentido e apreciación  y por supuesto de la prevención, persecución y sanción  de los delitos electorales se hace imprescindible una adecuación ala normatividad penal bajo la técnica de agrupar los delitos electorales mediante el bien o garantía constitucional que tutelan para que en una base lógica la calidad de sujeto activo se constituya en agravante, por que como se encuentran agrupados en todos los casos en este tiempo no se define con precisión si lo que se pretende es castigar la acción u omisión o solamente  se castiga la calidad de sujeto activo dentro del codigo penal.