En
la actualidad en nuestro país después de
las modificaciones constitucionales del 2011, en donde se eleva a rango
constitucional Los Derechos Humanos y aunado a lo que aconteció en la década de los ochentas en donde se ha presentado un proceso evolutivo en el
cual la sociedad ha sido más crítica y las características de esta han cambiado
de forma tal, que hoy no se conforman con ser simples espectadores de lo que
sucede en su entorno social y mucho menos en su entorno político, este
ejercicio de tratar de analizar en perspectiva la triada compuesta por elementos
complejos como lo son , la
transparencia, la participación ciudadana y la democracia pareciera sencillo,
sin embargo nos esforzaremos por principio de cuentas en lograr encontrar un escenario especifico para
cada uno de ellos para después realizar ese enlace tratando en todo momento de
ser objetivo por cuanto hace a los conceptos y definiciones que normaran el
criterio del presente Trabajo.
TRANSPARENCIA
Nos
refiere el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española que
transparencia es:
1.
Cualidad de transparente
2.
F. Lamina transparente que contiene dibujos o textos a la que se pueden añadir datos
durante su proyección.
3.
F. cinema proyección sobre una pantalla transparente de imágenes móviles
filmadas con antelación, que sirva de fondo a una acción real.
La
palabra Transparencia es usada frecuentemente y muchas veces es pieza
fundamental de todo nuevo Plan de Gobierno Público o Privado. Algunos autores
creen que ha cobrado un carácter cuasi-religioso en el debate de gobernanza y
diseño institucional. No obstante, la evidencia muestra que la transparencia es
más invocada y menos puesta en práctica.
Es
importante mencionar que no existe una definición clara de Transparencia en el
mundo y en las organizaciones internacionales existen varios conceptos y formas.
La ONG Transparency International 1, ha
dominado el uso de la misma. En especial en la difusión del índice de
percepción de corrupción, que ha implantado una relación estrecha entre
transparencia y corrupción, a tal punto que se usan como opuestos.
La
transparencia es un concepto más amplio que la lucha anti corrupción. El comité
de Transparencia de la OECD2- Organización para la Cooperación Económica y el
Desarrollo- la definió como “el proceso por el cual la información de las
condiciones existentes permite ser
accesada para la toma de decisiones y
acciones, de manera visible y entendible.” La definición es considerada una de
las mejores, desde que no restringe el uso de la misma al tema de Gobierno
Público o Corporativo, sino que da un énfasis al usuario sobre la información,
mediante el reconocimiento de que debe de ser visible y entendible.
Visto lo anterior el concepto de
transparencia lo definimos como el
mecanismo a través del cual los
gobernados tienen acceso a la información que genera el gobierno respecto al uso y destino de los recursos
públicos que tiene bajo su resguardo , es precisamente esta acción la que está bajo la observancia y el reclamo
del cumplimento por parte de las asociaciones civiles y en su caso los partidos
políticos como entes constitucionales destinados al fomento de la democracia en
el país.
Es precisamente en este tema donde tendríamos
que definir lo que es la PARTICIPACIÓN
CIUDADANA; aludimos
constantemente a la participación de la sociedad desde planos muy diversos y
para propósitos muy diferentes, pero siempre como una buena forma de incluir
nuevas opiniones y perspectivas. Se invoca la participación de los ciudadanos,
de las agrupaciones sociales, de la sociedad en su conjunto, para dirimir
problemas específicos, para encontrar soluciones comunes o para hacer confluir
voluntades dispersas en una sola acción compartida. Es una invocación
democrática tan cargada de valores que resulta prácticamente imposible imaginar
un mal uso de esa palabra. La participación suele ligarse, por el contrario,
con propósitos transparentes - públicos en el sentido más amplio del término -
y casi siempre favorables para quienes están dispuestos a ofrecer algo de sí
mismos en busca de propósitos colectivos. La participación es, en ese sentido,
un término grato.
Sin embargo,
también es un término demasiado amplio como para tratar de abarcar todas sus
connotaciones posibles en una sola definición. Participar, en principio,
significa "tomar parte": convertirse uno mismo en parte de una organización
que reúne a más de una sola persona. Pero también significa
"compartir" algo con alguien o, por lo menos, hacer saber a otros
alguna noticia. De modo que la participación es siempre un acto social: nadie
puede participar de manera exclusiva, privada, para sí mismo. La participación
no existe entre los anacoretas, pues sólo se puede participar con alguien más;
sólo se puede ser parte donde hay una organización que abarca
por lo menos a dos personas. De ahí que los diccionarios nos anuncien que sus
sinónimos sean coadyuvar, compartir, comulgar. Pero al mismo tiempo, en las
sociedades modernas es imposible dejar de participar: la ausencia total de
participación es también, inexorablemente, una forma de compartir las
decisiones comunes. Quien cree no participar en absoluto, en realidad está
dando un voto de confianza a quienes toman las decisiones: un cheque en blanco
para que otros actúen en su nombre.
Ser partícipe
de todos los acontecimientos que nos rodean es, sin embargo, imposible. No sólo
porque aun la participación más sencilla suele exigir ciertas reglas de
comportamiento, si no porque, en el mundo de nuestros días, el entorno que
conocemos y con el que establecemos algún tipo de relación tiende a ser cada
vez más extenso.
De ahí que el
término participación esté inevitablemente ligado a una
circunstancia específica y a un conjunto de voluntades humanas: los dos
ingredientes indispensables para que esa palabra adquiera un sentido concreto,
más allá de los valores subjetivos que suelen acompañarla. El medio político,
social y económico, en efecto, y los rasgos singulares de los seres humanos que
deciden formar parte de una organización, constituyen los motores de la
participación: el ambiente y el individuo, que forman los anclajes de la vida social.
De ahí la enorme complejidad de ese término, que atraviesa tanto por los
innumerables motivos que pueden estimular o inhibir la participación ciudadana
en circunstancias distintas, como por las razones estrictamente personales -
psicológicas o físicas - que empujan a un individuo a la decisión de
participar.
Hay un
difícil equilibrio, pues, entre las razones que animan a la gente a participar
y sus posibilidades reales de hacerlo. Pero también entre el ambiente que les
rodea y su voluntad de intervenir de manera activa en ciertos asuntos públicos.
Si como dice Fernando Savater - un conocido filósofo español -"la política
no es más que el conjunto de razones que tienen los individuos para obedecer o
para sublevarse", 1 la
participación ciudadana se encuentra a medio camino entre esas razones.
Por lo anterior entiendo esta como los eventos en los que
habitantes de una comunidad, con las características de ciudadano, en el caso
de México reuniendo los requisitos de los artículos 34, 35 y 36 de la Constitución
política de los Estados Unidos Mexicanos, participación para tomar decisiones
respecto a quien los gobernara o será su representante y posteriormente
pretendan influir con esta participación en las decisiones de los gobiernos, en
este sentido se ha desarrollado varías teorías que sin duda alguna concatenan
la información del ejercicio del gasto público (transparencia), a la
participación del ciudadano y la influencia de este en los procesos modernos de
administración pública.
DEMOCRACIA
Tratar
de definir la democracia resulta ser un trabajo excesivamente arduo, pues esta
palabra ha adquirido distintas connotaciones y es usada por diversas ideologías
que pretenden bajo su sombra lograr cierto halo de legitimidad. Según Alf Ross la Democracia puede ser
definida como:
…
aquella forma de gobierno en que las funciones políticas son ejercidas por el
pueblo con un máximo de intensidad, efectividad y latitud en los métodos
parlamentarios.
Por
intensidad entiende la dimensión del grupo que participa. Así el ideal es el
voto universal de todos los adultos. Por efectividad el grado en que el pueblo
puede influir en la decisión. Así ésta es grande en la democracia directa, pero
si se usa la democracia representativa la efectividad depende del grado de
control que puede ejercer la población sobre sus representantes. Por último la
latitud se refiere a los ámbitos en los cuales se ejerce la intensidad y la
efectividad, así es distinto si sólo se elige y controla el parlamento que si
ello incluye al poder ejecutivo y/o al judicial.
Para
muchos la democracia es un simple mecanismo. Al ser un mecanismo pareciera
aséptico en cuanto a valoraciones, pues debería admitir cualquier política
material concreta, con tal que la misma respete el mecanismo democrático. Para
esto la democracia comporta unas valoraciones determinadas. Estas valoraciones
se resume en dos conceptos fundamentales: libertad e igualdad. Es
precisamente en este tenor de ideas donde la modernidad nos ha llevado a
desarrollar el concepto de la Democracia Participativa que es a final de
cuentas el motor de las sociedades modernas
y la forma más fiel de participación ciudadana o civil como muchos se
empeñan en llamar a la sociedad
organizada, esto de ninguna manera quiere decir que el partidismo
político haya quedado obsoleto sino que este solo se construyo en México como
un mecanismo para la asunción al poder de grupos organizados y fundados por los
mismo ideales ; sin embargo en el proceso social evolutivo estos han quedado
cortos por cuanto a las necesidades del pueblo entendiendo este como parte de
la nación por ello la sociedad se organizada para actualmente cada vez más se den condiciones de participación directa o
indirecta en la toma de decisiones para construcción de políticas publicas que permitan un mejor estatus y controlaría de las acciones de gobiernos.
En
conclusión en la actualidad la transparencia constituye una herramienta
fundamental para que la ciudadanía se encuentre debidamente informada a cerca
del destino de los impuestos que paga es decir en el adecuado uso de los
recursos públicos y derivado de esta sea
cual fuere el ámbito de los poderes en el que se ejerza debe estar a la disposición
de la población ya que son ellos quienes aportan los dineros para el
funcionamiento de las instituciones sea cual fuere el poder al que pertenecen y
en ese sentido sin duda alguna la participación y toma de decisiones ser más
acertada y los desvíos o subutilización
de recursos públicos serán lo menos logrando así un ejercicio publico más
democrático entendido este como la participación de la ciudadanía en un ejercicio de control social sobre sus representantes
que al final de día son electos para la debida aplicación de los impuestos para el bien común.
Ahora
bien la transparencia como parte de la materia electoral queda completamente
salvada en la nueva regulación electoral
bajo la premisa fundamental de que como lo establece la propia
Constitución Política del os Estados Unidos Mexicanos, es una función
estatal y los partidos políticos son
entes financiados por recursos públicos es
inevitable el responder al ciudadano que así lo pregunte el uso y destino de
estos recursos para que se deje ver como simple negocio personal o familiar,
como se ha acusado en tiempos pasado al ejercicio político, dando nueva
dimisión a este para recobrar la confianza en un sistema democrático que no
tiene nada que esconder sin más bien preservar la esencia de la decisión mayoritaria en el ejercicio de
la elección de los gobernantes o representantes.
Lic. Manuel Alberto Cruz Martínez
Magistrado del Tribunal Electoral del Poder Judicial del Estado de Hidalgo.
Pachuca de Soto Hidalgo Agosto 8 del
2014
Bibliografía
- Aportes
Andinos N. 13 Gobernabilidad, democracia
y derechos humanos
Arturo
Peraza s.j.*
Universidad
Andina Simón Bolívar Ecuador marzo del
2005
- LA
DEMOCRACIA PARTICIPATIVA EN MÉXICO
José
René OLIVOS CAMPOS
- “Hacia
un Concepto de Transparencia: Orígenes e Importancia
por
Paulo C. De León, MSc Enero 2008
- La
participación ciudadana en la democracia
Mauricio
Merino
Cuaderno de divulgación democrática 4 del I.F.E.
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