jueves, 7 de octubre de 2010

PREVENCIÓN DEL DELITO EN MATERIA ELECTORAL

La procuración de justicia históricamente se ha vinculado con actos reactivos a castigar y disminuir la incidencia criminal, actualmente se han rediseñado políticas publicas en virtud de que ha quedado constancia  de que el mecanismo represivo frente  un estado con altos índices de pobreza y una destacada disminución de valores que conlleva a una indiferencia ciudadana o en el peor de los escenarios al desconocimiento de las normas legales que regula las leyes penales, son causa y efecto del alto índice de criminalidad  por ello una parte angular de la procuración de justicia debe ser la prevención del delito; en este contexto vale la pena expresar lo que William Somerset Maugham expreso en su pensamiento:
“En su lucha contra el individuo, la sociedad tiene tres armas: ley, opinión publica y conciencia.”

Es precisamente en este contexto; fortalecer la participación de la sociedad el ámbito que se tiene que trabajar; este aspecto general aplica para todas las especialidades de la Materia Penal, durante mucho tiempo se ha tenido la creencia en México de que as instituciones son las únicas responsables de la Seguridad Publica en este contexto estamos de acuerdo ya que es un mandamiento constitucional para las entidades gubernamentales, pero sin duda alguna en estos tiempos complicados que se viven en el país sin la participación decidida de la colectividad cualquier esfuerzo de la autoridad es insuficiente,  el escenario tiene que cambiar durante mucho tiempo los medios de comunicación han acusado justificadamente en muchas ocasiones el descrédito que tienen los organismos encargados de la persecución, investigación y sanción de los delitos este punto no es defendible de manera alguna, pero lo que si podemos afirmar que ha existido una complicidad social tacita frente a esta problemática a la cual nos enfrentamos ya que sin darnos cuenta todos los particulares hemos callado cuando el delito no nos afecta de manera directa pero cuando esto sucede solemos decir que nadie (Generalmente Gobierno) hace nada para frenarlo, sin embargo aquí cabria las pregunta ¿Que hemos hecho  nosotros como particulares para frenarlo? ¿Hemos sabido de la comisión de un delito? ¿Lo hemos denunciado? ¿Conocemos nuestros derechos y obligaciones? ¿Hemos inculcado a nuestros menores el concepto de cultura cívica?: sin duda alguna el Gobierno en turno tiene que hacer su labor pero también tenemos el derecho y obligación como Gobernados de exigir que esta se cumpla pero así también la obligación de participar activamente en este tipo de acciones para lograr que este sistema penal cobre eficiencia y no constituya letra muerta  solo por el desinterés social.


Con las reflexiones anteriores es como debemos iniciar cualquier actividad que tenga por objetivo disminuir el índice de incidencia delictiva, particularmente el tema que hoy traemos a colación se refiere precisamente a la prevención del delito pero en el ámbito electoral, pudiera parece que al hablar de este tópico en lo particular nos abstraemos de la generalidad de los delitos, sin embargo, cuando nos referimos al capitulo correspondiente a delitos electorales y si bien jurídico tutelado; tema al que nos hemos referido en artículos anteriores, estamos protegiendo no solo al individuo sino  a una colectividad que se ve afectada directa o indirectamente por acciones u omisiones que ponen en riesgo la decisión que toma la ciudadanía de quien los gobierne y afecta directamente a una garantía constitucional.

Por lo anterior  es indispensable señalar que en cualquier aspecto del Derecho Penal, inclusive en materia electoral se hace indispensable contar con programas dirigidos a prevenir la comisión de estos, por experiencia podemos afirmar que en la materia en lo particular se habían venido dando practicas que al no estar reguladas por la ley pues solían ser desdeñadas y realizadas por todos lo actores políticos, mas bien dicho inducían a la población a una serie de practicas que a todas luces atentaban contra el adecuado desarrollo de proceso electoral y el resguardo del secreto e individualidad del voto, atentando contra garantías fundamentales señalados en la Constitución Política  de los Estados Unidos Mexicanos y por ende a la del estado de Hidalgo la primera acción realizada fue el hecho de integrar los delitos electorales al Código penal del Estado, por supuesto endureciendo las penas y multas al hacerlas a cumulativas no alternativas, pero aquí nacería la pregunta: ¿esto seria suficiente para lograr evitar la comisión de los delitos en materia electoral? , lo cierto es que el solo hecho de endurecer la penas de ninguna manera desalienta la comisión de los delitos un aspecto fundamental tiene que ver con un mecanismos de información y formación ciudadana que en primer termino genera el conocimiento de la existencia de los delitos, por otra lado el alcance de las sanciones  y fundamentalmente  la concientización de la ciudadanía y los particulares  par ano fomentar o permitir que sea coaccionados par ala comisión de los mismos, es decir solo con información digerible, permanente y convincente se logra abatir el índice delictivo en materia electoral, Durante este ciclo que me a tocado el honro de estar al frente de esta Subprocuraduria  se ha detectado fehacientemente que la mayor parte de los delitos se cometen en función del desconocimiento de la norma o bien por inducción de terceros  con la falsa promesa de que se trata de un asunto de índole político y que no serán sancionados o que solo pagarían una multa y  pues no  pasa nada, nos hemos dado ala tarea de estos cinco años de ejercicio de recorrer la entidad y atender  a mas de 20 mil personas en forma directa y mas de 30mil mediante medios electrónicos a fin de lograr una cultura cívica de participación ciudadana con respeto por la norma legal, en este ultimo proceso del 2010 se observo la disminución  del 135% del índice delictivo electoral lo que sin duda es una avance importante, sin embragó esto es una mera circunstancia ya que en el 2011 el Estado se encontrara en  las ultimas elecciones por separado de los ayuntamientos y se observa las elecciones mas competidas por el nivel de participación ciudadana por lo mismo se tendrán que redoblar esfuerzos  y ser convincentes a fin de lograr en cada uno de los particulares que nos escuchen o lea se conviertan realmente en multiplicadores del mensaje que se les envía.


En Concusión la prevención del delito es una responsabilidad social y por ende en ese ejercicio todos somos corresponsables de lograr mejores estándares de vida en la medida de nuestra participación activa  y no de nuestro pasivo silencio e indiferencia.

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